El ser humano modifica el medio natural para poder sacar provecho de este. ¿Cómo lo hace? Talando árboles, por ejemplo. Al hacerlo, está afectando al clima. También removiendo el suelo para extraer riquezas mineras, edificando, etc. En este tema veremos cuál es la transformación que hace el ser humano del territorio, que podemos entender también como medio natural.

Empezaremos analizando de qué se compone el medio natural, seguiremos con la acción del ser humano sobre el medio y finalizaremos con unas pautas para aprender a interpretar el territorio. El objetivo es que tomemos conciencia de las consecuencias negativas que conlleva alterar el medio de una forma no sostenible.

el medio natural y sus recursos

El medio natural es el medio que comprende todos los seres vivientes (el biótico) y los no vivientes (los abióticos) que existen de forma natural en el planeta. Este medio ofrece una cantidad importante de recursos para el ser humano como el suelo, el subsuelo, el sol, las aguas, la flora, los distintos elementos del relieve, así como el clima.

EL SUELO

Podemos considerar el suelo como un recurso renovable si su restauración natural se produce a una velocidad similar o incluso superior al uso que de él hacemos los seres humanos.

El suelo es la cubierta más superficial de la corteza terrestre, fruto de la interacción entre las rocas de la superficie terrestre, la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera. Está constituido por material inorgánico (rocas, arenas, etc.), y enriquecida por material orgánico en vías de descomposición (humus). De esta manera se puede asentar una cubierta vegetal.

El suelo actúa como base de las distintas actividades agrarias, pues en el suelo donde crece la vegetación de la que se alimenta el ganado y los cultivos que nos alimentan a las personas. También el suelo es la base de la madera.

EL SUBSUELO

El subsuelo es la capa profunda del terreno, la que se sitúa bajo la tierra cultivable y en la que predomina la materia inorgánica, como los minerales, rocas y combustibles fósiles que son extraídos por los seres humanos mediante la minería. La extracción de minerales o de combustibles fósiles es un recurso no renovable. No obstante, el subsuelo puede proporcionar una fuente de energía aprovechando el calor interno de la Tierra. Es la energía geotérmica y, en este caso, sí se trata de un recurso renovable.

EL SOL

El Sol es un recurso natural renovable, porque hasta dentro de miles de años será inagotable y una fuente de obtención de energía. Es uno de los recursos que el ser humano no puede modificar, afortunadamente.

LAS AGUAS

El agua representa el recurso natural más abundante en la tierra (aproximadamente el 70% de la superficie del planeta se compone de agua) y es la base de la vida. Si se utiliza cuidadosamente permitiendo una extracción sostenible y una circulación adecuada del ciclo hídrico se trataría de un recurso renovable. Tiene un valor social importante y estratégico para el desarrollo de las sociedades. De hecho, las primeras civilizaciones surgieron en torno a grandes ríos. ¿Las recuerdas?

El gran problema del agua es la contaminación y el reparto desigual que conduce a que un porcentaje elevado de la población mundial no tenga acceso a agua potable.

EL RELIEVE

El relieve es uno de los principales recursos afectados por el ser humano, pues influye en los asentamientos en cuanto que el ser humano siempre ha buscado los emplazamientos más favorables para su desarrollo. También se ha alterado el relieve para la construcción de infraestructuras, como en las costas con la edificación de puertos o incluso para el fomento del turismo.

EL CLIMA

El clima está compuesto por una serie de elementos como la temperatura, precipitaciones, humedad, radiación solar, presión atmosférica y viento.

Determinados climas facilitan el poblamiento, las prácticas agrícolas o la actividad turística. Desde los inicios de la Revolución Industrial (hacia 1760) la temperatura del planeta ha ido incrementándose como consecuencia del efecto invernadero que producen los gases que se emiten en las industrias, entre otras causas.

LA FLORA

La flora es un recurso natural esencial, pues es necesaria para la existencia de ecosistemas y para la generación de oxígeno, así como supone una fuente de alimento, de medicinas o de materias primas para la industria textil. En concreto, además, los bosques permiten el aprovechamiento maderero.

LA ACCIÓN DEL SER HUMANO SOBRE EL MEDIO

El ser humano interviene en el medio natural y, en algunos casos, estas intervenciones provocan problemas medioambientales. Hay varios tipos de intervenciones que afectan a la vegetación, al suelo, al agua y a la atmósfera.

INTERVENCIONES HUMANAS QUE AFECTAN A LA ATMÓSFERA

Dos son las más características: el calentamiento global y la contaminación atmosférica. El calentamiento global está producido por las emisiones de gases, como el CO2, que producen un efecto invernadero al elevar la temperatura media del planeta.  Por su parte, la contaminación atmosférica se produce como consecuencia de las emisiones que genera la industria, el tráfico, las calefacciones y las centrales eléctricas principalmente. También existe la contaminación lumínica (la alteración de la oscuridad natural genera impactos en la salud de los seres vivos) y la contaminación acústica (el exceso de ruido puede producir problemas fisiológicos como aumento de la frecuencia cardiaca, respiratoria o incluso de la presión arterial). 

INTERVENCIONES HUMANAS QUE AFECTAN AL AGUA

Los problemas del agua son debido a la contaminación y a la sobreexplotación. La contaminación es producida por los vertidos químicos que se emplean en la agricultura, en las industrias o en las urbes y que no han sido depurados. También se pueden producir por vertidos accidentales, como los de petroleros que tienen fugas o accidentes que rompen sus cascos. En España, uno de los casos más llamativos de contaminación de las aguas es el del Mar Menor, en Murcia.

Por su parte, la sobreexplotación se produce cuando se consume agua en exceso para cubrir las demandas de los campos de cultivo, de las ciudades o de las industrias. Esta agua proviene de acuíferos, lagos, o ríos que acaban disminuyendo su caudal notablemente.

INTERVENCIONES HUMANAS QUE AFECTAN  A LA COMPOSICIÓN DEL SUELO

Las intervenciones más destacas son la deforestación y la erosión del suelo. La deforestación se produce por la tala masiva y no sostenible de árboles para obtener madera, tierras para uso agrícola o residencial. Con la deforestación desaparece la cubierta vegetal que nutre al suelo de materia orgánica y lo protege. De esta manera, como consecuencia de la deforestación se produce la erosión del suelo, que acaba desertificándose.

INTERPRETACIÓN DE LOS TERRITORIOS Y PAISAJES

Los paisajes son las alteraciones de los territorios producto de la relación del ser humano con el medio natural. Sin la mirada cultural no hay paisaje en el territorio, es decir, que lo percibimos subjetivamente. Los paisajes, además, revelan territorios que han sido modelados por usos históricos y por la explotación y rendimiento del ser humano. Es decir, la mayor parte de los paisajes son productos históricos sobre un medio natural.

La interpretación de los territorios y paisajes consiste en realizar una observación de estos y analizar sus características físicas e históricas. La finalidad de realizar esta interpretación es la de poner en valor los recursos naturales y, por tanto, la necesidad de preservarlos.

Para interpretar un territorio o paisaje podemos utilizar el siguiente método:

1ª FASE: NOS PREPARAMOS

Podemos partir de la pregunta «¿Qué quiero conocer?» Es decir, se trata de tener claro para qué iniciamos una interpretación del paisaje. Por ejemplo, quizás queremos comparar un territorio con otro o ver la evolución de este a lo largo del tiempo.

En esta fase, se puede hacer uso de fotografías aéreas, planos, mapas o imágenes vía satélite mediante la herramienta Google Earth, incluso de diferentes momentos. También se puede hacer uso de la historia oral o de descripciones escritas, fotos antiguas, narraciones de viajeros, etc.

2ª FASE: OBSERVAMOS Y ANOTAMOS

Una vez identificado el objeto de estudio, hay que realizar la descripción de lo que observamos. Podemos seguir el siguiente esquema:

  • Establecer la localización: ubicación real (incluso con coordenadas), localidad, municipio, provincia, etc.
  • Establecer la posición: establecer el lugar respecto a otros elementos geográficos: una isla en el Atlántico, un valle entre montañas, etc.
  • Describir las formas de relieve: llanuras, montañas, costas, golfos.
  • Describir las formaciones vegetales: qué tipo de árboles o arbustos hay, si hay formaciones herbáceas, etc.
  • Describir las infraestructuras detectadas: tanto industriales, como de comunicaciones, rurales o urbanas: túneles, aeropuertos, canalizaciones, naves, puentes, plazas, equipamientos públicos, molinos, pozos, etc.
  • Describir la red de caminos y senderos: carreteras, caminos reales, vías verdes, cañadas, etc.
  • Describir la red hídrica: ríos, lagunas, lagos, etc.
  • Describir el tipo de hábitat: disperso, concentrado, etc.
  • Describir los tipos de parcelas detectados: minifundios, latifundios, etc.

Para asegurarte de que no se te olvide nada de lo que observas, lo ideal es que rellenes una ficha de recogida de datos.

3ª FASE: ANALIZAMOS E INTERPRETAMOS

Una vez descrito lo que observamos, es decir, los elementos visibles, vamos a comenzar el análisis para tratar de explicar qué es lo que observamos, por qué es así y cómo se ha llegado a ese paisaje.

Por ejemplo, la morfología del terreno ofrece pistas sobre los recursos naturales que pueden ser susceptibles de ser utilizados por el ser humano. También nos muestra si es un enclave sobre el que es fácil o difícil que existan comunicaciones o transportes. Asimismo, las formaciones vegetales (su biodiversidad, su cobertura, etc.), nos pueden indicar el sistema de explotación y este, a su vez, nos ofrece información sobre el tipo de hábitat o tipos de parcelas. Además, es una información valiosa para determinar qué tipo de actividad económica se desarrolla en ese espacio. La localización y la posición pueden indicar la importancia histórica y/o geoestratégica del lugar. Puede ser un enclave comercial, turístico, defensivo, etc. Las infraestructuras detectadas también ofrecen información sobre las actividades económicas desarrolladas y nos dan pistas sobre el periodo histórico del momento facilitándonos la ubicación temporal.

También en el análisis debemos hacer hincapié en la intervención humana en el paisaje. El paisaje nos puede indicar la relación del ser humano con la naturaleza y el grado de conservación y valoración social. La cultura de la sociedad en la que se inserta el paisaje, medida con las infraestructuras que se incluyen en este se vale, también, de los cambios tecnológicos que se suceden a partir del avance de la ciencia (por ejemplo, los paisajes de chimeneas de las fábricas que usaban como combustible el carbón, han ido desapareciendo).

4ª FASE: EXPONEMOS LOS RESULTADOS

¿Y qué hacemos con el resultado de nuestra investigación? Se pueden difundir y expresar de forma gráfica (con gráficos, dibujos), mediante textos, infografías, mesas de discusión, etc. A partir de esta exposición podemos invitar al público a la reflexión, a la necesidad de la conservación o preservación de los elementos naturales y/o históricos del paisaje.

¿Y tú? ¿Te animas a interpretar un paisaje?

«El paisaje, por lo tanto, puede interpretarse como un dinámico código de símbolos que nos habla de la cultura del pasado, de su presente y también de su futuro. ».

Joan Nogué

Geógrafo

APUNTES

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